
Hoy celebramos 189 años de Walt Whitman, aquel poeta con cara de viejo gato obeso y versos fulminantemente adolescentes (¿acaso la poesía no es un género adolescente?). Hoy, no menos, en ultramar, mi amigo Guido Pascarelli cumple sus primerísimos 49, at the edge de ¿qué?
Hoy no dispongo del oneroso single malt en mi despensa, así que destapó una botella de ron creole adquirido en el abastos/carnicería/licorería de la esquina y —oleándolo en hielo— brindo por ambos.
Sólo por hoy, no cito ni recito a Whitman.