lunes, 12 de enero de 2009

Obsequio de despedida para Bush

Ya me gustaría a mí obsequiarle a Bush, cual regalo de despedida, esta escultura (made by el madrileño Eugenio Merino) de Bin Laden en plan Travolta. Valga, pues, como obsequio virtual para enterrar en el olvido al cowboy-presidente asediado por el terror del terrorismo. Aun cuando ello signifique quedarme prácticamente sin temas de escarnio en este blog. Pero, en fin, que yo renuncio a Bush y sus bushits, con tal que no volvamos a saber nunca más de él ni de su genealogía furibunda y fundamentalista. Ah, men.