Lectores y escritores toman por asalto la televisión creole, sustituyendo las teleboas. Armado con el control remoto de mi TV, no logro esquivar ni un solo programa donde no se hable de libros. Así, en los diferentes canales están transmitiendo simultáneamente y en directo: "Mi poema favorito"; "El énfasis cotidiano en la narrativa urbana contemporánea"; "Escribiendo en la pantalla de la tele"; "Novedades literarias de esta semana"; "Los lectores recomiendan"; "El escritor invitado nos lo cuenta todo"; "El libro del día"; "Noticiero literario venezolano y mundial"; "Tsunami de letras"; "Inéditos nunca más"; "Releyendo en voz alta"; "Autores de puño y letra"; "El escritor en su tinta"; "¿Dónde está mi eñe?".Gracias a esta tendencia que la televisión venezolana está imponiendo a escala planetaria, la literatura "está en el aire" con emisiones gastronómicas ("Cocinando el tercer capítulo"); programas de concursos ("Identifícame este epígrafe y gánate una biblioteca full equipada o no te llevas nada"); entrevistas de profundidad ("Hundiéndome en el texto"); teledeportes ("Encéstame tu metáfora"); economía de lenguaje y finanzas ("Ahórrate el hipérbaton"); lucha libre ("Golpe a golpe, verso a verso"); orientación sexológica ("No me toques los textículos"); contenidos bélicos ("Ese simil es un misil"); reality show ("Muéstrame tu pleonasmo y yo te enseño el mío") y el de mayor audiencia "Etcétera, etcétera, etcétera".
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