viernes, 8 de febrero de 2008

Ratzinger dixit: SEGURO ESTÁ EL INFIERNO

SEGURO ESTÁ EL INFIERNO se titula la añeja novela caraqueña escrita por Tomás Onaindia (y excrementada, en su pírrica versión fílmica, por aquel cutre sargento fullcholagarcía). SEGURO ESTÁ EL INFIERNO pontifica pápa (sic) Ratzinger, enmendándole la plana —de pleno— a su antecesor Juan Pablo II. Oh, infalibilidades papales en entredicho. ¿Hay pápas (sic) más infalibles que otros? ¿Somos o no somos infalibles? Un pasito para alante (oh jo jo) y un papita para atrás (oh jo jo), segurillo está el averno (oh jo jo) y allí mismo es que voy yo (oh jo jo).

AQUÍ la noticia publicada por la prensa digibérica.

Ruego a dios porque Mefistófeles resulte un anfitrión entretenido y que me ubique lejos de la sección papal y, particularmente, del doctor Rafael Caldera (naufragando en su piscina nefanda de soberbia).

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